¿Cuánto dura un empaste provisional? ¿Y si se me cae uno?

Después de conocer todo lo que debéis saber acerca de los empastes, hoy queríamos hablaros de los empastes provisionales, ya que se han convertido en motivo de preocupación para algunos de nuestros pacientes durante esta cuarentena. Para vuestra tranquilidad, hoy vamos a conocer todos los supuestos para saber qué hacer en cada caso.

Un empaste provisional es un empaste que se coloca en el diente cuando, por el momento, no se puede hacer la restauración o el empaste definitivo del mismo.

Normalmente se colocan para unos días, hasta que se haga el tratamiento oportuno. Puede haber personas a las que les dure 2 días y otras que aguanten hasta 3 meses con él. Esto es porque no depende tanto del empaste en sí o de la retención que tenga, si no más bien del tipo de mordida y los hábitos del paciente.

El uso de estos empastes provisionales es bastante común. De hecho, es un recurso muy utilizado en las endodoncias. Antes de sellar la pieza dental tratada con estos empastes temporales, se suele dejar un antiséptico dentro para eliminar la posible infección. Después, se coloca el empaste provisional, siempre con la intención de tener fácil acceso transcurridos unos días. Cuando tenemos la certeza de que la endodoncia ha resultado exitosa, procedemos a sellar definitivamente la pieza dental, con una restauración definitiva de la misma.

Tiempo que dura un empaste provisional en el diente

El empaste provisional clásico es una pasta blanca, a veces con tonos grisáceos o rosados, que se endurece en la boca y que puede ser elaborado con diversos materiales. Además, dependiendo del tipo de material, su durabilidad puede variar de 1 a 3 meses, aunque a veces pueden ser hasta 6. No obstante, el tiempo dependerá de las necesidades del paciente en ese momento.

Este tipo de empastes no son tan duros como los definitivos, pero sí que sirven para sellar el diente. De hecho, es la misma mordida la que pule el empaste, por lo que a veces se pueden desprender pequeños fragmentos del mismo. Sin embargo, no debéis preocuparos porque no son tóxicos y, además, este hecho no tiene la mínima importancia de cara a la durabilidad.

A veces se pueden realizar empastes provisionales con vistas a más duración, utilizando materiales parecidos a los empastes de composite, aunque con menos vistas a la durabilidad, para que sea más fácil de retirar para recibir el nuevo tratamiento.

¿Qué pasa si, a pesar de tomar todas las precauciones, se cae?

Si percibís que el empaste provisional se ha desprendido por completo, y notáis perfectamente el agujero en la pieza, conviene reemplazarlo por otro hasta que termine de cumplir su cometido.

Aún así, podéis estar tranquilos. Aunque no lo notéis y os resulte incómodo, sobre todo a la hora de comer, suele quedar más empaste rellenando el diente y, por tanto, sellándolo. Sin embargo, conviene que os paséis por la clínica para que volvamos a poner otro empaste.

Para evitar su caída en la medida de lo posible, sobre todo ahora que estamos confinados en casa, conviene que toméis ciertas precauciones. Por ejemplo, mantener siempre una higiene dental impecable, así como evitar comer alimentos demasiado duros o, directamente, masticar por el lado de la boca donde esté ubicado el empaste temporal.

¿Y qué podemos hacer ante un empaste mal hecho?

Aunque no es lo más común, es posible que después de que os hagan un empaste sintáis molestias. La sensibilidad, dolor agudo o palpitante, y presión al comer, pueden ser señales de un empaste mal hecho.

Esto puede ocurrir por varios motivos, y dependiendo de la causa del problema, se pueden aplicar distintas soluciones.

En ocasiones, los empastes definitivos también pueden terminar cayéndose por sí solos, sin provocar molestia alguna, y simplemente habrá que reemplazarlos, al igual que los provisionales.

Un empaste mal hecho que se cae

Para realizar un empaste correctamente hemos de secar el diente afectado y dejarlo completamente libre de saliva. Sin embargo, los materiales pueden humedecerse accidentalmente y no quedar bien aplicados. En nuestra clínica utilizamos herramientas para aislar el diente y evitar que la saliva afecte al empaste. Así, evitamos que quede mal hecho y termine cayéndose.

El empaste provoca sensibilidad, ¿Está mal hecho?

Los empastes profundos que se encuentran próximos al nervio del diente suelen provocar incomodidad temporal. Ésta se soluciona con el paso de los días y puede mitigarse con antiinflamatorios. Sin embargo, si la molestia persiste, puede ser necesario realizar una endodoncia.

Dolor al masticar y en la mandíbula: ¿Hay algo mal?

El dolor al masticar, o la sensación de «no masticar como siempre» suele aparecer cuando el empaste está más elevado de lo que debería, y este es un problema aparentemente fácil de solucionar. Si acudes la clínica dental, podremos pulirlo hasta que la molestia desaparezca, y si el dolor persiste, valoraremos una posible endodoncia.

Además, al tener la boca abierta durante el tiempo que dura el empaste, es posible que aparezca dolor en la mandíbula. Estas molestias pueden tratarse con antiinflamatorios, y acabarán yéndose.

Molestias en la encía, mordeduras y quemaduras: ¿Cómo tratarlas?

Cuando un diente tiene una caries, y procedemos a haceros un empaste, es posible que causemos molestias temporales, ya que tenemos que manipular la encía. Este pequeño dolor no significa, sin embargo, que el empaste esté mal hecho, y cederá con el paso de los días.

Además, durante el tratamiento, aplicamos una anestesia que duerme la boca durante algunas horas. Con la boca dormida, podrás morderte o quemarte, por lo que te recomendamos que tomes comidas y bebidas templadas, con mucho cuidado.

Esperamos haber contestado a todos vuestros interrogantes. Para más información, no dudéis poneros en contacto con la Clínica Dr. Viso, desde donde estaremos encantados de atenderos.

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